Los chicos tienen un buen trabajo y yo también. Tenemos buenos coches nuevos, los que sabemos conducir, nos queda pelo, al menos a los que la genética no nos te... Leer más...
Ninguno de los dos oyó el chasquido. Pero ella lo notó, tenue al principio, como un arañazo en una pared hecho por el lápiz de un niño, gigante después, un boqu... Leer más...
Escribir sobre la muerte y hacerlo para los muertos es inútil. Es necesario escribir para los vivos, porque después de que se termina de colocar la lápida en el... Leer más...
Benditos los saltadores. Aquellos que brincan desde los trampolines y terminan rompiendo la superficie del agua, los saltadores de longitud, de pértiga, quienes... Leer más...
Entre la bruma encuentras la torre de la iglesia, envarada, surgiendo de la enésima ola en el mar de trigo. Y en medio de la torre, el campanario de ladrillo y ... Leer más...
Bebía vermú su vecino, o algo similar al vermú, mistela quizá, lo extraño es que eran las ocho menos cuarto de la mañana, una hora desvariada para estar tomando... Leer más...
Sentado en la consulta del médico de cabecera froto mis nudillos constantemente. Están secos, ásperos, piel de naranja pasada sobre papel de lija antiguo. Miro ... Leer más...
Nos queda un minuto para ser eternos. Está llamando el otoño a la puerta, y los días se consumen más y más rápido, como el oxígeno de un ascensor que se está ll... Leer más...
Quizá la vida consista, al menos la mayoría de las veces, en no buscar el desmarque. Tampoco la pelota siquiera. En vagabundear por el terreno de juego, un poco... Leer más...
Leía en el hospital la tercera parte de 1Q84. Leía mucho en aquella época de trasiego entre Madrid y Salamanca, en aquellas noches de duermevela junto a mi padr... Leer más...